Esta semana cuando fui al supermercado con mi familia encontré un gran contenedor donde las personas depositan pilas usadas. La iniciativa llamó mucho mi atención porque aunque soy consciente del daño que ellas le causan al ambiente cuando son depositadas en la basura, no sé qué pasa con estos residuos después de reciclarlos.
Por eso me comuniqué con Marcelo Giraldo, director de la corporación Pilas con el Ambiente, quien me contó que esta estrategia se adelanta a nivel nacional desde hace cinco años, en los cuales se han recogido más de 880 toneladas de pilas, en los 4.400 puntos que hay en todo el país. En Medellín hay 220 contenedores y en el resto de Antioquia hay 330, los cuales están ubicados en supermercados, tiendas de cadena, droguerías y unidades residenciales.
“La gestión que se hizo a las pilas de 2011 a 2015 fue recolectarlas en los contenedores, llevarlas a centros de acopio y posteriormente entregarlas a empresas que cuentan con licencias ambientales para su tratamiento”, señaló Giraldo.
Pero a partir de este año se buscan alternativas para aprovechar estos recursos en Colombia y darles un manejo más seguro, por eso las pilas están en almacenamiento licenciado, mientras se concreten dos proyectos, uno en Medellín y otro en Cali, para procesar las pilas primarias, que son las que conocemos como desechables y las secundarias son las recargables.
“Lo que se haría es la extracción de materiales como por ejemplo el zinc, el carbono y el manganeso; esos subproductos se comercializarían en otros sectores económicos y de esta manera se cerraría el ciclo de vida de las pilas. Mientras que las secundarias es exportarían para que les hagan el mismo tratamiento”, me explicó el ingeniero.
Sin embargo, hay muchas personas que no reciclan sus pilas y las llevan a la basura, hecho que representa un peligro para la sociedad. Laura García, directora ambiental de Tronex, me dijo que hay unas pilas que están compuestas por metales pesados como el mercurio, el cadmio y el plomo.
“Si las pilas se llevan a rellenos sanitarios o botaderos a cielo abierto pueden salir con el tiempo, cuando la estructura metálica se va deteriorando, y contamina el suelo y el agua”, sustentó la directora.
Por eso es necesario que todos hagamos buen uso de los residuos sólidos que producimos, para evitar hacerle un mal a la naturaleza y a nosotros mismos. Espero que seamos más conscientes y empecemos a reciclar .
Fuente: http://www.elcolombiano.com/