“¡No hijos! ¡No coches! ¡No carnes!”
Concretamente, un grupo de investigadores de la Universidad Sueca de Lund plantean cuatro formas que consideran altamente efectivas para disminuir de manera importante las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
De acuerdo a su estudio, si cada familia tuviese un hijo menos, habría cada año una reducción de 58,6 toneladas de CO2. En este sentido agregan un dato curioso: “Una familia estadounidense que optase por tener un hijo menos proporcionaría el mismo nivel de reducción de emisiones que 684 adolescentes que decidieran reciclar integralmente todos sus desechos durante el resto de sus vidas”.
Otras “impactantes” sugerencias
Si bien la recomendación de controlar la natalidad es la más impactante de la investigación, también surgen otras tres que marcan un alto contraste con el actual estilo de vida de las sociedades modernas: ingerir una alimentación basada en vegetales, evitar los viajes en avión y no utilizar automóviles.
Según el análisis de este grupo de científicos, no usar coche ayuda con un ahorro anual de unas 2,4 toneladas de emisiones de CO2, mientras que evitar viajes aéreos ahorra 1,6 toneladas por cada vuelo que no se efectúe. Respecto al consumo de carnes, una conversión generalizada hacia el vegetarianismo rebajaría 0,8 toneladas al año de CO2.
Los investigadores explican que sus recomendaciones, por impactantes o inconvenientes que puedan parecer, benefician mucho más al planeta que las estrategias promovidas comúnmente, cuyo impacto global escasamente representa una cuarta parte del que producirían las medidas sugeridas en el estudio.”Aquellos de nosotros que queremos dar un paso adelante frente al cambio climático necesitamos saber cómo alcanzar el mayor impacto posible con nuestras acciones“, concluyen.
Fuente: www.grandesmedios.com