COP21 DE PARÍS: COMPROMISOS MUY GASEOSOS.
Como un hecho trascedente para el mundo fue calificada la reunión del pasado diciembre de 2015 en París en donde representantes de cerca de 196 países se reunieron con el objetivo de establecer compromisos que permitan hacia el año 2.030 reducir la generación de gases efecto invernadero (GEI) que limiten un aumento de la temperatura del planeta por encima de los 2 grados centígrados y que se continúe con esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales.
Sin embargo, el acuerdo firmado según nuestra opinión presenta compromisos gaseosos y difusos que poco obligan a los grandes generadores de gases de efecto invernadero a una reducción que permita una mirada más optimista sobre el acuerdo firmado.
Verbos como alentar, instar, ajustar y conjugaciones como deberán, deberían, podrán, permiten suponer que intereses económicos asociados especialmente a las energías fósiles y no renovables (petróleo, carbón, gas) fueron tenidos en cuenta para la no concreción de plazos ni objetivos cuantificables en un futuro próximo.
De igual manera el que el acuerdo entre en vigor con no menos de 55 partes en la Convención cuyas emisiones estimadas representen globalmente un 55% del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, hace pensar que aún queda un camino largo por recorrer y mucho lobby por hacer de parte de los promotores del acuerdo.
Para el caso Colombiano y cuyas emisiones de GEI no suman más del 0.5% del total mundial, fue presentada como contribución prevista determinada la reducción del 20% de los GEI previstos para el año 2.030.
Con acciones concretas como delimitación y protección de páramos (aproximadamente 3 millones de hectáreas), aumento en 2.5 millones de hectáreas de áreas protegidas, desarrollo de un sistema nacional de indicadores sobre cambio climático y reducción de emisiones en los principales sectores económicos (transporte, vivienda, residuos, agricultura, industria, energía, hidrocarburos y minería), Colombia pretende dar ejemplo a nivel mundial. Amanecerá y veremos.
A nosotros como ciudadanos del mundo que nos queda? Seguir reduciendo nuestras emisiones personales con acciones personales como la generación de consciencia para que actuemos como consumidores responsables de bienes y servicios, para que hagamos un uso más eficiente del agua y la energía, para que generemos menores residuos, para que usemos más y con más frecuencia el transporte público y para que enseñemos con el ejemplo y la coherencia de ciudadanos preocupados por las generaciones futuras.